9.11.07

CAMBIO DE REGLAS - Linda Berrón

Los presentes se miraron estupefactos a los ojos. La propuesta era totalmente inesperada. Se suponía que el juicio final sería presidido por Dios, el juez supremo, santo, fuerte, padre generoso.

Desde niños habíamos escuchado repetir aquella historia de Cristo bajando de los cielos es su trono celestial a juzgar vivos y muertos. Era directamente con El, se responderían sus preguntas, sería El a quien se le rogaría, se le lloraría en caso necesario para ablandar su corazón traspasado.

Siempre es más fácil tratar con los que tienen el poder absoluto porque sienten el placer de ser magnánimos. Además, su grandeza hace más relativa la gravedad de nuestras faltas.

Por eso todos se miraron con desilusión cuando los ángeles y los arcángeles terminaron de explicar las reglas del juego.

Cada persona tendría dos jueces: uno, la persona que más lo había querido en el mundo. Otro: la que más lo había odiado. Del debate entre ambos saldría la sentencia.

En todo el universo de vivos y muertos resucitados, yo fui el más aterrorizado cuando al elegir mis dos jueces, no apareció nadie que me hubiera querido.


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© 2007, Linda Berrón
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7 comentarios:

j4ur14 dijo...

!!!!!!

quisiera tener algo que decir, pero entre este realto y la minipresentación de José Luis he quedado mudo.

Linda Berrón dijo...

Hola j4ur14
Mudo? Por qué? Contame.
LB

chente dijo...

Lamento que no me hayas conocido, porque te hubieras salvado. Bonito cuento, felicitaciones. Chente.

j4ur14 dijo...

LB,

mudo porque tu relato simplemente me dejó sin habla. O sea, pudiera haber articulado sonidos o tipeado texto, pero mi capacidad de pensar estaba ocupada aun con tu minitexto.

La verdad es que este un blog que disfruto mucho porque he tenido oportunidad de leer muy bien y variado.

Pablo

Linda Berrón dijo...

...y mientras descendía en el vacío de la ardiente oscuridad, hacia la nada, alcanzó a ver el destello de unos ojos, ya inútilmente compasivos, que parecían decir:

Lamento que no me hayas conocido, porque te hubieras salvado. Bonito cuento, felicitaciones. Chente.

Linda Berrón dijo...

Vicente Antonio, Chente, al volver a buscar una dirección, me senti tentada,Narcisa inevitable, a ver los comentarios.
Sentí que me falto decirte:
Gracias (Y que eventualmente sobraba lo anterior por ser un pillaje innecesario)
Este sera un mensaje a las ondas (sordas)porque no creo que vuelvas a esta pagina.
Adios Chente.

Centro Pen Guatemala dijo...

Linda: No puede volver quién no se ha ido. Gracias por tu amable atención. Escribes muy bien. Con aprecio, Chente.